martes, 31 de diciembre de 2024

MMXXIV

Brindemos por el peso de estas horas,
por viejas cicatrices y las nuevas,
por las mentiras dulces que nos cuentan
los años, esas putas traicioneras.

No hay magia en esta noche, vana espera,
ni dioses que nos forjen el futuro.
Aquí seguimos, tercos, en el mundo,
sabiendo que morir no nos libera.

El tiempo es un castigo que nos gasta,
un vaso roto al borde de la mesa.
Y alzamos las copas, ¡qué sorpresa!

No hay gloria en claudicar ante la meta.
Brindemos por los rotos que persisten,
por quienes, aun caídos, se resisten.



Twitter: Owiruame

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