Una noche, la luz de su cámara parpadeó, y su mirada se cruzó con la mía, aunque ella no podía verme. Asustada, desconectó su computadora, desapareciendo de mi mundo. Dejando sólo vacío.
Unos días después, le envié una laptop nueva. "No puedes escapar. Te tengo por siempre, aunque no lo sepas".
por: Miguel Quintero
Twitter: Owiruame
No hay comentarios. :
Publicar un comentario
Agradezco tu visita y comentarios!