sueños

Los sueños son una juguetería, donde la mente es un niño errante,

caminamos entre pasillos de estrellas y nubes de algodón flotantes.

Cada juguete, un universo; cada rincón, una historia sin fin,

donde los límites se desvanecen y las quimeras comienzan a vivir.

Entre galaxias de colores y planetas de sueños brillantes,

me encuentro con un caleidoscopio, portal a mundos fascinantes.

Giro el artefacto y mares de colores se despliegan,

olas de recuerdos surgen en un horizonte que añora y juega.

Dragones de papel se alzan, recitando versos en el aire,

sus palabras, son ecos de mundos nuevos, mágicos, distantes.

Los dragones cuentan historias de reinos y castillos olvidados,

donde los héroes son soñadores y los sabios, niños encantados.

Montañas de papel se alzan, los ríos de tinta fluyen,

donde la locura guarda la sabiduría, que la realidad, a menudo, rehuye.

Los sueños más extraños se convierten en verdad, en luz y guía;

en el caos onírico de las horas, se halla la esencia de la poesía.

Los cielos son lienzos que pintamos con los colores del alma y corazón,

cada sueño, una pincelada, un trazo, un boceto, que revela nuestra más profunda ilusión.

Y en este rincón del universo, donde fantasía y realidad se besan,

te encuentro, vida mía, entre mis sueños, que más que sueños, trascienden en certezas.

por: Miguel Quintero

Twitter: Owiruame