«Tengo un crush para cada día de la semana, sólo que mi semana,
como la de Manzanero, tiene más de siete días».
Tú me cuentas el día a día o algún dato curioso que no sirve para nada, y yo hago como que me importa (y sí, me importa, pero no lo digo).
A veces me mandas un meme.
Yo contesto con un “ja, ja, ja” que suena igual que el silencio, mientras apenas sonrío.
Pero tú no lo notas, o finges que no lo notas, y eso también me gusta.
Entre tantas letras se nos escapa un coqueteo de vez en cuando.
Tú lo haces sin querer, yo lo hago con culpa.
Y aunque nadie lo vea, ahí vamos: dos fantasmas que (quizá) se desean...
Una vez te soñé.
Bueno, han sido varias, pero sólo en una te besaba, y sabías a historia ya vivida.
Cuando digo que tengo un crush para cada día de la semana, me dicen que tengo corazón “de condominio”.
Yo respondo que más bien es como una comuna hippie: todas conviven, nadie manda.
Pero la verdad es que tú ocupas mi mente casi todos los días, como una mala costumbre que se volvió fe.
Sé que lo nuestro es humo, una ilusión con conexión Wi-Fi.
Pero igual te leo, te respondo, me río, te pienso.
Y cuando apago la pantalla, no se apaga la costumbre:
me acuesto esperando soñar contigo otra vez,
aunque en el sueño tampoco seamos nada.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario
Agradezco tu visita y comentarios!