Te extraño a veces, a sorbos, a muerte,
con rabia, con humo y botellas vacías
de noches en vela, y por calles baldías,
con todo el desastre que soy en mi suerte.
Me falta tu aroma en mi piel adherido,
las sábanas tibias, tu humedad, tu boca,
me mata el silencio, las horas cual roca
que caen en mi río sin eco ni ruido.
Insomne, te pienso, en cuando eres mía.
Dormito extrañando tus labios, tus manos,
despierto en recuerdos que me son lejanos.
Y pienso en tu risa, tu voz, tu alegría,
en todos los bares, lugares y puntos
¡y todo el desastre que haríamos juntos!
por: Miguel Quintero
Twitter: Owiruame
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