La historia que estamos escribiendo no tiene prisa,
ni relojes que la midan,
se dibuja lento,
como un hilo de humo escapando de una vela.
Cómo bocas revelando con su aliento los dibujos en el frío del cristal.
Tus labios, confesores de secretos,
me cuentan historias que nunca se dijeron,
susurran vidas pasadas,
suspiros que respiran al unísono
con los míos, eco de tu pecho junto al mío.
Hay estrellas fugaces en tu risa,
que se buscan y se encuentran,
que chocan en el vértice del tiempo.
Y de ese encuentro,
renaces tú,
canto nuevo en mi boca,
armonía que nace en el silencio.
Melodía que siempre ha estado ahí,
pero siempre es distinta.
Entonces me pierdo,
en el tenue dibujo
de la comisura de tus labios,
un mapa que lleva al lunar junto a tu boca,
pequeño universo
donde muero con gusto,
para renacer, al alba...
Y encontrarme en ti.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario
Agradezco tu visita y comentarios!