Dicen que cuando dos corazones se encuentran, algo más allá de la razón sucede, como si las leyes de este mundo hicieran una pausa para dar paso a otra realidad. Es como cuando dos partículas, en un instante, quedan conectadas para siempre, sin importar la distancia.
Así ocurre con algunas almas. Un primer roce de miradas establece un vínculo que trasciende tiempo y espacio. No importa si después toman caminos distintos; lo que siente una repercute en la otra. Un pensamiento, un susurro, un latido en uno, genera un eco, invisible pero innegable, como si un hilo uniera su existencia.
Como en la física cuántica, no hay explicación sencilla: es una conexión que desafía la lógica, un bello misterio. Los corazones en este estado no piden certezas. En la inmensidad del universo, hay conexiones que nunca se rompen, no porque deban estar juntos, sino porque, de alguna forma, siempre lo estarán.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario
Agradezco tu visita y comentarios!