En la noche, cuando el viento
gime como un perro herido,
y la luna luce fría y solitaria,
te recuerdo.
Pienso en ti, ausente,
lejana, pero tan cerca,
en tu sonrisa, en tus ojos,
en tu cuerpo que me acuna.
Quiero sentir tu piel sobre la mía,
tu aliento en mi boca,
tu voz en mi oído,
tu amor en mi alma.
Pero tú estás lejos,
y yo aquí, solo,
el aroma del café flota en el aire,
quizá algo más.
por: Miguel Quintero
Twitter: Owiruame
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