Tú querías una comuna Mosuo.
Yo, una comuna hippie.
Nos encontramos en el punto medio
(donde nadie promete nada
y aun así se queda).
Me gustó tu idea del cuarto de flores:
entrar sólo si me invitas,
salir antes del amanecer,
ser nuestros
y de nadie más.
Ahora lo entiendo mejor:
no era una broma,
era aprender
que algunas puertas
se cierran desde dentro.
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