No sé si te escribo más a ti o a tu memoria,
a las ausencias, las distancias o los sueños.
No es reproche, me sé ausente,
pero qué ganas de que fuera diferente.
He reescrito estas letras tantas veces que no sé si es dolor o es costumbre.
Tu nombre ya no duele, pero todavía sabe amargo.
Hay noches que despierto pensando en lo que no dijimos
como si hubiera algún premio por insistir en los vacíos.
La máquina suena como si también estuviera harta.
Te escribo para no olvidarte o para acordarme de que ya no estás.
Nunca supe la diferencia.
Mi cerveza tampoco.
Y cuando todo se queda en silencio,
el eco de tus pasos todavía cruza el pasillo...
No sé si te fuiste o si sólo me quedé solo.
Pero sigo aquí, haciéndole compañía al fantasma que dejaste.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario
Agradezco tu visita y comentarios!