Hoy en la mañana, mientras hablaba con Jesús (mi vecino de oficina y amigo, no el de la biblia), nos dimos cuenta de una coincidencia.
Le comentaba que mi asesor de tesis había sido el antropólogo Jorge Carrera quien fue director del ICHICULT por al menos un par de ocasiones... y entonces me dijo: "lo conozco, de hecho tengo un libro de él por aquí".
Yo creí que el ínclito vecino con el que colaboro en el diccionebrio lo conocía por su trabajo como investigador, pero no. Resulta que un profesor de Jesús, es amigo de Jorge y una vez que vino de visita por aquello de un proyecto de colaboración-vinculación, le dijo "acompáñame a vistar a un amigo", que era Jorge. Fue ahí donde le regaló el libro.
Y dice mi vecino: es asombroso (creo que no usó esa palabra) como se da esta coincidencia: tu maestro y el mío son amigos, y ahora tú y yo coincidimos como amigos.
Y la neta, tener amistades como aquellas o como la que tengo ahora con Jesús, no sólo es asombroso, es algo que agradezco al destino, a la vida, "al de arriba" o cualquier otra cosa en la que usted crea, amable lector.
por: Miguel Quintero
Twitter: Owiruame
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